9 de marzo
Es el día.
Hemos esperado un año y medio para hacer este viaje y llevamos varios meses preparándolo. Visitaremos Kyoto, Nara, el monte Koya (dormiremos en el templo budista-shingón llamado Eko in y visitaremos el impresionante cementerio de Okuno in), Osaka, Hiroshima y Tokyo.
Tenemos todas las reservas de los Ryokan y hoteles. Ya está todo listo.
Empezamos el viaje con un buen madrugón. A las 5 de la mañana Francisco, el transportista que nos llevará al aeropuerto, llama a la puerta. A pesar del nevazo que acabó cayendo ayer la autopista está perfecta y en media hora llegamos al aeropuerto. Embarcamos las maletas y pasamos los controles. Y como falta mucho para embarcar visitamos todas las tiendas. A la hora prevista, 9.50 volamos hacia Zurich.
Nada más despegar Noemi ya se ha quedado dormida. ¡Qué suerte! Estamos sobrevolando el mar mediterráneo. Se ve toda la costa Brava y los Pirineos nevados. Mientras en el avión nos dan el desayuno: pasta de chocolate, zumo de naranja y una chocolatina (Nota de Andrés: y vaya chocolatina!! un detallazo de Swiss Air!)
Ahora sobrevolamos los Alpes y la verdad es que impone. Rut lee una carta que Lara le ha escondido en la mochila.¡Qué bonito es el amor!
Hace un día espléndido. A las 11,30 de la mañana empezamos a aterrizar en la primera -y única- escala: Zurich . Suiza está todo nevada. Ahora tenemos unos 20 minutos para llegar al otro enlace.
Para ir tenemos que coger un metro dentro mismo del aeropuerto. ¡Qué pasada! Dentro se oye el sonido de una vaca “muuuuu”, un cencerro “tolón tolón” y un grito tirolés. Y se ven unas pantallas con la imagen de un chico ondeando una bandera de suiza. Es curioso de escuchar y de ver. Para que riais un poco, aquí os dejamos el video:
Llegamos a la otra terminal y en la sala de espera casi toda la gente es japonesa. Me fijo en las chicas y las encuentro muy guapas, parecen muñequitas.
Estamos en la puerta E 67 ; mientras Rut, Noemi y Andrés recorren el aeropuerto, nos dicen que ya podemos entrar:
A las 11.40 empezamos a volar con destino a Japón y como dice la Noemi: ¡Sólo quedan 11 horas para llegar!
En el avión nos dan un aperitivo: galletitas con algo de beber (agua, zumo, vino o cava). Después nos dan la comida: pollo con arroz o verduras con patatas gratinadas acompañado de un quesito, ensalada, mantequilla y un pastel. Todo bastante bueno.
Fuera está oscureciendo y apagan las luces del avión para que la gente pueda descansar. Nosotros nos disponemos también a dormir pero nada, ni con pastillas. Así que nos dedicamos a mirar películas (hay algunas en castellano)…… Ya he visto dos pero el sueño todavía no llega.
Las azafatas nos dan un helado de crema catalana.
Entre torneos de «Tetris» y «hundir la flota» van pasando las horas: Noemi, Rut y Andrés aprovechan la tecnología del avión para jugar en las pantallas, mientras otros ven películas o chequean la información online del vuelo, otra manera de calmar la ansiedad ya que vas al tanto de cuantos kilómetros quedan.
En este momento llevamos más o menos la mitad del viaje, empiezan a dolerme las piernas y no puedo dormir. Las azafatas nos traen agua o refrescos cada cierto tiempo.
trecediasxjapon 